terça-feira, fevereiro 07, 2006

SONETO A JOSE ANTONIO XI

REGLADA ya tu luz blanca, beata,
más allá del saludo y los corales,
más alta y firme que las imperiales
cúpulas frías donde la cruz se ata;

pergamino de fe sin una errata
- joven lirio, sangrientas iniciales -
de la España en el tronco de sus males,
clavó con rosas, remachó con plata.

Movió su vuelo reposado y fuerte
herrumbre, costra, polvo, húmedo raso,
trocando el gris en sol, el hierro en ala;

y en acto de servicio hacia la muerte
¡la Falnge de amor que se abre paso
por esa luz que tu mirar señala!


Juan Sierra

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